3.11.09

Playa de Scheveningen (La Haya. marzo'09)


¿Qué es sino la fotografía que no una mutación de la realidad? Con decoro. Al gusto del que enfoca con más orgullo un color que otro; como objeto, aquel que disfruta más de una sincronia que de la otra. Persiguiendo la coincidencia.

Una instantanea, no difiere tanto de un texto ni de otras artes más antíguas que ella ¿pues acaso no ordena la misma intención? inmortalizar un momento, mostrar una visión personal de belleza, denunciar aquella injusticia, exponer una opinión sin miedo a críticas o simplemente expresar aquello que no se sabe expresar de otro modo.

Podría ser una declaración de amor o también, podría ser una declaración de incontrolable odio. Una llamada sin destino. Una invocación sin brujas de por medio pero bajo el mismo extenso ritual. ¿No es lo mismo? -Exagerar también cabe-.Un intento porque comprendas sintiendo lo que yo siento.

¿Acaso no se refleja el mismo acto poético? al menos en la poesía de detenerse un segundo infinito y querer decir, con la boca cerrada, aquello que no se podría con los labios bien abiertos.

Al final es otra forma de ver la vida, o quizá es la misma forma pero con otra vida tras el objetivo. La que Sí lo aprieta.